domingo, 25 de octubre de 2009

¿LUCHA DE CLASES?


Es sabido como la técnica de agitación marxista divide a todos los hombres en dos clases: supuestos oprimidos o explotados y supuestos opresores y explotadores. Y llevada tal consigna a un plano real y diario, de lucha económica y social, el marxismo localiza y destaca para que se despedacen estas dos clases únicas: patronos contra obreros, obreros contra patronos.

Nosotros sabemos, y es uno de los motivos críticos fundamentales en que fundamos nuestra posición antimarxista, que el enemigo social de los obreros no es generalmente el patrono, sino que hay otro linaje de poder económico y político al que debe señalársele como enemigo, y no solo de los obreros, sino de los obreros y los patronos juntamente: el gran capital especulador y financiero.

Por eso, ante la lucha de clases tal como la conciben criminal y erróneamente los marxistas, nosotros presentamos otro cuadro de rivalidades sociales. Si hay luchas de clases, éstas son para nosotros de dos clases:

Capaces contra ineptos.

laboriosos contra vagos.

Generosos contra ramplones.

Animosos contra cobardes.

Patriotas contra descastados.

Y todos los españoles contra los grandes especuladores y prestamistas.

Pues ahí aparecen las soluciones deseables:

Que a los españoles ineptos les sustituyan los españoles capaces.

Que los españoles laboriosos imperen sobre los vagos.

Que los españoles con capacidad de sacrificio y alma limpia preponderen sobre los egoístas y ramplones.

Que los españoles animosos y viriles no permitan el imperio de los más cobardes y encogidos.

Y que los españoles patriotas impongan su ley a los descastados y traidores.


La Patria Libre, número 2. 23 de febrero de 1935

martes, 13 de octubre de 2009

MISERIAS DE LA GUERRA


Diversos sucesos de la Guerra Civil Española, sobre todo los que acontecen en el Madrid rojo, descritos por la pluma siempre genial de ese vasco y español universal que fue, que es, Pío Baroja.

Aunque no fue testigo directo de los hechos, no por ello tiene menos valor su testimonio ya que los fue pulsando a través de los relatos que gente de su confianza le fueron contando, así como de la visita a los lugares donde se desarrollaron todos los hechos en las primeras fechas de la posguerra, tras su vuelta a Madrid.

Relato desapasionado, en cuanto que no toma el autor partido por ninguno de los bandos en concreto y si se decanta por el bando nacional es más por la mayor monstruosidad de la bestia roja que por su convencimiento personal.

Obra escrita entre 1949 y 1951, ya en plena senectud, utilizando materiales anteriores fue presentada a censura recibiendo tal cantidad de recortes que hizo imposible su publicación, publicación que no llegaría hasta el año 2006. La edición corresponde a Miguel Sánchez- Ostiz, autor del posfacio, imprescindible para la perfecta comprensión y situación de esta obra.

Invitados quedáis, pues, a conocer por boca del militar y diplomático inglés Carlos Evans, las miserias de la guerra que acontecieron en el Madrid rojo. A pesar de ser una obra que no toma partido por ninguno de los dos bandos recomiendo abstenerse a falangistas amanerados cuyos oídos rechinen al verse incluídos por el autor en el gremio de los fascistas.