miércoles, 6 de enero de 2010

73 AÑOS DEL ALFONSO PEREZ


73 años se cumplieron el pasado 27 de diciembre del crimen más horrendo cometido en esta región en su historia moderna. Como es tradicional, después de la misa que se celebra en la capilla del Cristo de la Catedral de Santander en memoria de los asesinados en el buque prisión Alfonso Pérez, se llevó a cabo un acto político en su memoria en la céntrica Plaza de Atarazanas de la capital montañesa. Como ocurriera el año pasado, dicho acto fue celebrado de manera conjunta por todos los falangistas montañeses, los encuadrados en Falange Española de las JONS y los que formaban en La Falange y hoy, por decisión judicial, tienen que hacerlo en la Asociación Reconquista. Tras los discursos de los representantes de ambas formaciones convocantes se cantó el Cara al sol y se procedió al traslado hasta el Faro de Cabo Mayor, donde, junto al Monumento a los Caídos por Dios y por España, se rezó y se ofreció una corona en su honor, poniendo punto final a esta jornada de camaradería las notas de nuestro himno de amor y guerra.

A continuación la transcripción de uno de los discursos; siento no poder ofrecer el realizado por el jefe Provincial de FEJONS por no disponer de su contenido literal.




Camaradas, quiero ser muy breve, en primer lugar, daros las gracias por participar en este humilde acto que año tras año venimos celebrando para preservar la memoria de aquellos montañeses que por su ideología o por su fe fueron cruelmente martirizados y asesinados por socialistas, comunistas y anarquistas hace ahora 73 años. Fue aquel un crimen vil que sirvió para dejar constancia de lo que la peor ralea humana era capaz de hacer, pero no es comparable a lo que los seguidores actuales de aquellos energúmenos tratan de hacer en la actualidad, que no es otra cosa que asesinar de nuevo a estas y otras víctimas condenándolas al olvido desde la supuesta legalidad aprobada en esa covacha de ladrones y mercaderes que es el Parlamento español. Sin haber asumido ni una sola vez las responsabilidades de aquellos matarifes, sin el menor asomo de remordimiento o condena, se apresta el socialismo de bodeguilla y BMW, acompañados de la peor escoria comunista y de los nacionalismos más abyectos y criminales, a sepultar la verdadera historia de España y a meter a calzador la de su invención, la que como todas las leyes absurdas de este gobierno se cocinan no en el Parlamento, sino en las logias.
A pesar de todo ello, aún quedamos algunos que no estamos dispuestos a transigir con la mentira, el crimen y la traición y cada uno de nosotros, en nuestra pequeñez, somos una derrota para ellos. Es pues nuestra obligación perseverar y dar aliento a la verdad con mayúsculas, mantenernos firmes en nuestras convicciones y demostrar que no todo está perdido irremediablemente. Nos lo exige nuestro honor, nos lo exige el ejemplo de todos los caídos por Dios y por España, no sólo en la Cruzada de Liberación, sino en toda la historia contemporánea de nuestra, hasta hace poco, gran nación.
Este año, como el pasado, los falangistas montañeses volvemos a estar unidos en este modesto pero entrañable acto; los falangistas montañeses volvemos a dar ejemplo de lo que otros son incapaces de hacer en el resto de España para vergüenza general. Los camaradas de Falange Española de las JONS y los que formábamos en la Falange, hoy encuadrados en la Asociación Reconquista, somos capaces de dejar de lado las mayores o menores diferencias que podamos tener a la hora de entender cómo debe ser la Falange de José Antonio en la actualidad para, como un solo hombre, como una sola Falange, servir a España hasta las últimas consecuencias, para servir a España y a Dios como lo hicieron los caídos del Buque Prisión Alfonso Pérez, aquellos cuyos nombres golpean en la frente de sus asesinos y sus defensores en un momento en el que están pasando del silencio cobarde y cómplice a posiciones abiertamente justificativas y apologéticas.
Somos mejor que ellos. Somos capaces de padecer acoso y difamación porque no somos cobardes, porque no trapicheamos con la verdad y porque no estamos dispuestos al compadreo; en definitiva, porque no estamos dispuestos a caer en la indignidad.
Nos esperan tiempos duros, tiempos que no serían tan difíciles si el pueblo español no hubiera claudicado ya ante lo peor de su progenie, si no hubiera decidido entregarse sin lucha ante la decadencia a la que nos arrastra la democracia parlamentaria, que le ha arrancado su alma y su genio. Frente a la doctrina del igualitarismo amorfo, España; frente a la cultura de la muerte, Dios y, frente a los enemigos de España, la Falange.
Camaradas, somos los garantes de la verdad y los depositarios de la España Una, Grande y Libre; eso hemos heredado y eso debemos legar ¡VIVA FALANGE ESPAÑOLA! ¡ARRIBA ESPAÑA!

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