martes, 2 de julio de 2013

BUQUES HUNDIDOS EN LA COSTA DE CANTABRIA DURANTE LA GUERRA CIVIL (Y 2)


Patache, buque de vela.


Vamos con los barcos hundidos el día de la Liberación de La Montaña y hasta el final de la guerra.
El mismo día de la caída de Santander se producen dos trágicos siniestros, por un lado el del patache José Moreno, requisado en Puerto Chico por grupos que se apresuraban a abandonar la ciudad ante la inminente llegada de las tropas liberadoras nacionales en la noche del 25 al 26 de agosto. Un número indeterminadom de milicianos y civiles, incluyendo mujeres y niños. Al parecer ninguno de los ocupantes tenía experiencia en la navegación a vela por lo que tras una serie de maniobras desastrosas en los que pasó entre la isla de la Torre y la Horadada haciendo cabriolas increíbles, según testimonio de viejos marinos que lo vieron, rasgando su pantoque, fue a perderse cerca de la Isla de Santa Marina pereciendo todos sus ocupantes. La mar fue devolviendo muchos de los cadáveres de los infortunados tripulantes. Era un barco gallego al que la guerra le sorprendió en zona republicana. Aunque no se ha sabido con certeza el número de víctimas probablemente fue una cifra récord en este tipo de accidentes. El patrón del barco había conseguido esconderse en la ciudad hasta la entrada de las tropas nacionales.
Ese mismo día y en idénticas circustancias se perdió la pedreñera Colón.



 Torpedero Nº 2 embarrancado en la ensenada del Camello

El 13 de septiembre de 1937, siendo medianoche, embarranca en la llamada Punta del Lobo de la Peña Vieja de el Sardinero el torpedero No. 2. El barco procedía de Ribadeo y era uno de los torpederos procedentes del denominado Plan Maura, botados entre 1913 y1922. Al comenzar la guerra quedaban en servicio once de los veintidós botados. Aunque comenzó la guerra en el bando rojo fue capturado por el patrullero Uad-Martín, que lo redujo y llevó a El Ferrol. En medio de un fuerte chubasco equivocó el enfilamiento de entrada quedándose en seco en el Abra del Sardinero, embarrancado entre las peñas y machacado por las rompientes. Avisada la Comandancia de Marina se procedió al rescate de los tripulantes y su ubicación en distintas casas de la zona donde fueron reconfortados. Finalmente se partió de popa quedando tumbado sobre babor apuntando con su proa al Camello. Se recuperaron la artillería, pertrechos y botes quedando sus restos durante mucho tiempo a la vista en la bajamar hasta que fueron desperdigándose y desaparecieron.

Otra vista del T2


El 28 de octubre se pierde el barco pareja guipuzcoano Bikaña. Se perdió porque embarrancó sobre los restos del torpedero Nº 2, perdido unas semanas antes en la Ensenada del Camello, como hemos relatado. El Bikaña, buque de madera, se quedó clavado en las cuadernas del torpedero. Sería desguazado retirándosele la máquina y la caldera.0
El 21 de diciembre de 1937 se pierde el patache Teresita. Era un buque gallego que salía del puerto de Santoña cargado de piedra y con poca marea. Quedó varado entre Santoña y Laredo a 180 metros de la playa de Salvé. Fondeada el ancla de la banda de tierra, al seguir bajando la marea se le clavó en los forros del pantoque lo que produjo una inundación del casco, perdiéndose el buque.


El Río Miera, gemelo del Skottland

El 1 de enero de 1938 se perdía en Cabo mayor el carguero noruego Skottland. Botado en 1919 era un barco carbonero con máquina a popa, tres palos y pequeño puente bautizado originalmente Elvier, comenzó sus singladuras en nuestras aguas recién liberada Santander. había llegado durante las navidades y en lastre partió hacia el puerto de Requejada para cargar 850 toneladas de pirita de hierro. Efectuada la carga sale la tarde de nochevieja con destino al puerto francés de Tonnay-Charente y mientras cruzaba la barra de Suances, por la fuerte marejada, se desvía de la enfilación y toca rocas que le producen una importante vía de agua. Al carecer estos puertos de medios para la reparación, enfila a toda máquina hacia Santander, siguiendo el consejo del práctico que iba a bordo, para descargar y entrar en dique seco. en definitiva era una carrera a vida o muerte. Esta carrera acabó en Cabo Mayor, a los pies del faro, cuando el agua llegó a la sala de calderas y la boca de los hornos. Tras lanzar bengalas y al no llegar auxilio fue abandonadom por sus 14 tripulantes. Curiosamente, 13 años después, el Río Miera, su gemelo fue a hundirse en el mismo lugar.
Por último, el 30 de marzo de 1938 ponía fin a sus singladuras el Málaga. Apresado el 18 de julio de 1937 en aguas del Estrecho pasó a la flota mercante nacional y su nombre, Alix, se mudó por el de Málaga. Había llegado a Santoña el 25 de marzo con un cargamento de sal y terminó la descarga el día 30 tras lo que partió hacia San Esteban de Pravia. Por mor de una densa niebla se clavó en los acantilados de la costa nada más doblar Cabo Quejo y, reconocido por los ingenieros Santomá y González Puertas, no pudo ser recuperado porque un repentino temporal lo desguazó in situ en cuestión de horas.

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