lunes, 31 de marzo de 2014

LA MASONERIA, LA ANTITESIS DE ESPAÑA



El masón, Capitán Rdoríguez Lozano
 

De todos es conocido que la masonería ha estado y está detrás de todas los desastres acaecidos en España durante casi los últimos tres siglos. Sólo durante los gobiernos del General Franco pasaron algunos apuros después de aprobarse la ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo, que ni de lejos consiguió acabar con la lacra que han supuesto los “discretos” para la nación española. No se trata de ridículos figurantes con ritos más o menos histriónicos, con delantales y escuadras, de cara a la galería, sino de renegados cuya única misión en la vida es acabar con los fundamentos del alma hispana, a saber, la cruz y la espada, principio y fin de España como comunidad de destino. Para ello se enquistan en todos los centros de poder sin definirse como tales, desde las sombras, como los ladrones. Tan necesario sería extirparla de nuestra Patria como lo fue en épocas anteriores. Dos ejemplos sucesivos en el tiempo: En primer lugar el artículo firmado por Ramiro de Maeztu titulado “La Masonería” publicado a propósito de la presentación en Cortes por parte del diputado republicano conservador D. Dionisio Cano López para declarar incompatibles masonería y Milicia en febrero de 1935.
Cuando escribo esta cuartilla no sé si una proposición de “no ha lugar a deliberar” habrá ahogado el debate de la de Cano López; pero es seguro que en el porvenir próximo hemos de discutir los españoles la masonería tanto, por lo menos, como lo están controvertiendo los franceses. Para ellos, a la postre, la masonería es cosa del país. Para nosotros es exótica, ¿podemos confiar los destinos nacionales agentes que deben obediencia a sectas misteriosas y extranjeras? Esta es la cuestión. D. Miguel de Unamuno se ha pasado varios años burlándose de las gentes que creen en el poder de los masones, los judíos o los jesuitas. Con el mismo fundamento ha podido mofarse de los que temen las fiebres tifoideas o las bronco-neumonías. Que la masonería es la organización mundial de la revolución es una de las cosas mejor sabidas de la historia moderna. Que fue la causa eficiente de la Revolución Francesa es proposición en la que coinciden masones y sus enemigos. Abro el Diccionario político de Herre y Jagow, el mejor que conozco, y me encuentro que eran masones Mirabeau, Marat, Petio, Danton, Brissot, Robespierre, Gregoire; es decir, todos los notables de la Revolución Francesa. Abro un libro racionalista, pero veraz, como la historia del Poder y Secreto de los Jesuítas, por René Fulop-Miller, y me dice que casi todos los hombres de la Enciclopedia eran también masones: Montesquieu, d’Alambert, Diderot, La Mettrie, Helvetius, La Chalotais, Voltaire. Y en la página siguiente, que todos aquellos aristócratas de distintos países, que constituyeron aquella “Internacional Patricia”, de que habló nuestro malogrado y llorado Basterra; todos los hombres que expulsaron a la Compañía de Jesús de los pueblos de Europa: Choiseul, Pombal, Aranda, Du Tillot, Kaunitz y Van Swieten, todos ellos eran también masones. La historia de estos dos siglos es la de la lucha entre jesuitas y masones por la guía espiritual del mundo. En los Estados Unidos han sido masones desde Washington, Jefferson y Franklin hasta Roosevelt (el otro), Wilson y Lansing. La revolución de Portugal y la del Brasil fueron masónicas. En Italia se iniciaron Mazzini y Garibaldi, Crispi, Depretis, Salandra, Sonnino, Giolitti y d’Annunzio. Sabemos también que en el Congreso masónico de París, de 1889, se profetizó solemnemente que “pronto vendrá el día en que las monarquías y la religiones se hundirán en el polvo”. También sabemos que en todos los países está la masonería al servicio de la raza de Israel. Lo que no sabemos ahora es si las mentalidades que dirigen la masonería han acordado precipitar la revolución comunista en el mundo o hacer alto, en espera de mejor ocasión. Nosotros no lo sabemos. Lo saben ellos. Y esto es lo intolerable.
Ramiro de Maeztu, español ejemplar, conocería la respuesta un año y medio después cuando la chusma roja azuzada por la masonería lo asesinaría en Aravaca el 29 de octubre del 36. Una semana antes del asesinato de Ramiro de Maeztu junto a Ramiro Ledesma hizo la masonería la siguiente declaración pública:  Es tradición, propósito y norma de la masonería laborar por el progreso humano y por la realización de la fraternidad universal, base y objeto de su doctrina y guía de su conducta. En esta labor ha encontrado siempre la oposición de la casta clerical y los jesuitas, quienes no hallaban nunca nada censurable en la irreprochable conducta y doctrina masónicas, no repararon nunca en difamar y calumniar en el grado más monstruosamente imaginable a la Masonería y sus componentes. Esta no ha contestado nunca a esas difamaciones y calumnias. Bastó la conciencia de una conducta limpia y la fortaleza que da la pureza de sus principios para dejar que se debatieran en el vacío sus calumniadores. Es, sin embargo, la actual situación de España tan excepcional y trágica, que nos consideramos obligados a romper el silencio habitual. No sólo para afirmar nuestra actitud, sino para responder a insinuaciones maliciosas que en este momento deben quedar enteramente desvanecidas. La masonería española está entera total y absolutamente con el Frente Popular, al lado del Gobierno legal y contra el fascismo. Esta declaración no se funda en hechos circunstanciales, sino en la ideología permanente de la orden masónica. Defensora de los principios de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Justicia, trabajando siempre por establecer las bases de una familia universal, está de acuerdo con los máximos avances del progreso social, económico y político. Está en contra de la intolerancia, de la explotación del hombre por el hombre, de la injusticia; está en contra del acaparamiento del acaparamiento del capital, del acaparamiento de los medios de producción, de los grandes terratenientes; está en contra de la holgazanería a que lleva la riqueza heredada; está en contra del clero dominador e intolerante y acaparador de riquezas materiales; está en contra del militarismo entrometido en la política y constituido en casta dominadora; está en contra de todo privilegio y toda ventaja que no provenga del trabajo, la inteligencia, el esfuerzo y el mérito personal, siempre que todo esto se haga en benficio colectivo. Dan fe de esta declaración, que es inalterable y no tiene la más mínima concesión a la situación actual, sino que fue la doctrina masónica de ayer, es la de hoy y será la de mañana, los masones sacrificados por la reacción en los tiempos pasados y los muchísimos que han sido ahora asesinados por los fascistas. Dan fe de ello los numerosísimos masones que están en todos los frentes de batalla, defendiendo al pueblo y al gobierno legal con las armas en la mano; los muchos que ya han rendido el tributo de su vida a la causa que defiende el verdadero pueblo español; los muchos que están en situaciones dirigentes de la defensa nacional, en puestos militares, políticos y de trabajo y organización. Dan fe de nuestra actual declaración los aviadores masones, los marinos masones, los militares masones, que desde el comienzo de la rebelión fascista se pusieron al lado del gobierno legal e hicieron posible la defensa y la derrota total que entre todos estamos preparando al fascismo criminal. Son traidores a la masonería los que así no obren al mismo tiempo que lo son para la madre España, República de Trabajadores; y por esto precisamente, si no fuera por las demás razones, por no admitir los masones más título ciudadano respetable que el de trabajador, estamos al lado, dentro y en defensa de la República y del Frente Popular. Y los discretos se envalentonaron y se declararon conmilitones de los asesinos de 7000 religiosos y de decenas de miles de españoles cuyo pecado fue creer en Dios y en España en lugar de venderse a potencias extranjeras y a esa patochada del Gran Arquitecto. Hoy campan a sus anchas, hoy han vencido y tenemos la España de la Libertad, Igualdad, Fraternidad y Justicia que se traducen en miseria, dictadura por la que se puede ir a la cárcel por el hecho de editar libros, la desigualdad más oprobiosa que hemos conocido y profundamente dividida. Pero la masonería reina…

Ramiro de Maeztu, víctima de la masonería y su instrumento el Frente Popular

lunes, 10 de marzo de 2014

5ª BANDERA DE NAVARRA


D. Miguel Martínez-Vara de Rey

Miguel Martínez-Vara de Rey Se constituye la Bandera en Pamplona al comienzo del Alzamiento. Participa en la liberación de Guipúzcoa en el frente de Oyárzun. Toma parte en otras operaciones en el norte dentro de la 1ª Brigada Navarra uniéndosele al final el Tercer Batallón de Falange de Palencia. Posteriormente combate en la Muela defendiendo la cota 1.062 y junto al resto de la División en la ruptura del cementerio, que tomaría el día 21 de febrero después de que la 2ª de Castilla venciera las resistencias más importantes que la defendían. Tras estas escaramuzas, la 5ª, reforzada con dos secciones de carros y dos Centurias de la 2ª Bandera de Navarra, entró en el barrio de San Nicolás, por el norte de Teruel. El 27 de marzo se destaca cerca del río Guadalope, en la campaña de Aragón, y acompañada nuevamente por la 2ª de Navarra ocupa al arma blanca la cota 227 haciendo 50 prisioneros con un coste de 78 bajas. En los meses de abril, mayo y junio todas las banderas de la Agrupación de la 1ª División combaten en el Maestrazgo a las órdenes del Teniente coronel de Infantería D. Miguel Martínez-Vara de Rey que resultó herido, falleciendo a los tres días. Recibió la Medalla Militar Individual. El 20 de julio de 1938 la Agrupación, a las órdenes del jefe accidental, comandante de Caballería D. Julio García Fernández, recupera la cota 750 al noroeste del Jinquer, en la sierra del Espadán, tras cinco violentos contrataques. Gracias a esta acción se consolidó la línea del frente que había sido rota por el enemigo tras desalojar a dos compañías del Regimiento América. Por esta acción el comandante García, que empezó mandando el 3º Batallón de Falange de Palencia y luego la 5ª Bandera, obtuvo la preciada Individual. A finales de agosto la unidad es trasladada al Ebro pasando a ocupar el mando el entonces comandante D. Tomás García Rebull. La primera acción encomendada es la ruptura de las posiciones enemigas alrededor de Gandesa el día 3 de septiembre y la toma de la cota 403 conocida como Loma del tanque quemado. La Agrupación, a su vez, se fijaba la toma de la Loma de los Gironeses, más alejada. Tomada la 403, se cubre la posición con fuerzas de la 2ª Bandera de Castilla siguiendo la 5ª de Falange de Navarra hasta la toma de la segunda meta donde se hacen numerosos prisioneros y se encuentran centenares de cadáveres enemigos. El coste de la acción fue de 32 bajas de la Bandera, recibiendo su comandante la Medalla Militar Individual 





D. Tomás García Rebull


Defendiendo las posiciones ocupadas al Nordeste de Corbera el Teniente D. Isidro Sainz Sola, jefe de la 3ª Centuria de la Bandera obtuvo la misma distinción tras rechazar siete ataques consecutivos, en el último de los cuales encuentra la muerte. Con todo, lo más destacado de la unidad fue la contribución al dominio total de la sierra de Cavalls. El día 2 de noviembre, el sargento Fernando Ardillas Medina muere durante el asalto a la cota 582 tras arrastrar a sus hombres con su ejemplo después de momentos de flaqueo hasta la toma de la posición. El coste fue muy elevado, 131 bajas, de ellas 20 muertos de los cuales 5 son oficiales y 3 suboficiales. El sargento recibiría también la Militar Individual. El día 3 las dos Banderas asaltan la cota 451 en el mismo sector provocando la huida del enemigo dejando sobre el terreno material y cadáveres a cambio de 25 bajas, de las cuales 8 son muertos. Uno de ellos es el teniente D. Juan José Sánchez Pablo, que ostentaba el mando de la 2ª Centuria ese mismo día. Su misión era la toma del espolón anterior a la cota y tras arengar a sus hombres atacó la posición con granadas de mano. Herido varias veces no se dejó evacuar muriendo en la tierra recién conquistada al enemigo. Sumó su nombre a los condecorados con la medalla Militar Individual de la Bandera. Con posterioridad la Bandera se distingue en los combates de Artesa de Segre donde ocupa el Vértice Císcar donde muere el Alférez Provisional D. Gregorio Santaolalla Ordóñez tras lanzar un ataque de su Centuria a pesar del cerrado fuego enemigo, aslatando el primero su posición con bombas de mano y persiguiendo al enemigo en su huida siendo varias veces herido y finalmente muerto. Como es lógico pasó a engrosar la nómina de los condecorados con la Individual.