lunes, 15 de junio de 2009

ZAPATERO PONE LUZ EN LAS TINIEBLAS


Ha tenido que ser nuestro entrañable Presidente del Gobierno quien pusiera las cosas en su sitio en asunto tan espinoso y que tanto está dando que hablar en los últimos tiempos. Si fue él quien comenzó a enredarlo todo a cuenta de una Ley con la que pretendía cambiar los hechos acaecidos en el pasado, además de servir para saquear las arcas públicas y engrasar con ese dinero distintos tinglados, todos ellos con el común denominador de situarse en eso que se llama izquierda y donde parasita buena parte de lo más miserable de nuestra otrora gran nación.

Todos conocemos la monserga del "gobierno legalmente constituído ante el que se produjo un golpe de estado militar y bla, bla, bla...". Los que no nos dejamos engañar y los que estudian la historia con rigor y desapasionamiento sabemos que no fue así; es más, nada más lejos.

Los ocho años más infames de la historia de España, donde entre otros miles de españoles de toda condición, fueron asesinados los fundadores del ideal nacional sindicalista, comenzaron con la defección del Borbón de turno tras unas elecciones MUNICIPALES en las que los candidatos monárquicos obtuvieron 22.150 concejales por 5.875 de los republicanos. En nombre de la Libertad y la Democracia el mismo Alcalá Zamora le hizo saber a Romanones, representante Real que el Rey no podía seguir en España ni un día más, y por arte de birli birloque 5.000 pasaron a ser más que 22.000.

Y las Logias, las mismas que encumbraron al mediocre leonés hasta el lugar que ocupa, tomaron prácticamente al copo las nuevas estructuras políticas que fueron fiel reflejo en lo que a legislación y métodos se refiere de estos usrpadores "discretos". Se abrió así un período de absoluta supresión de los más elementales derechos humanos y el aparato de represión y purga, al estilo soviético, más vergonzante que haya conocido Estado moderno alguno. A comienzos de la andadura republicana 17 ministros, 5 subsecretarios, 15 Directores Generales, 183 de 470 Diputados, 5 Embajadores, 9 Generales de División y 12 Generales de Brigada entre otros cargos, todos ellos masones, velaban para dar forma legal al ideario masónico promulgado desde las logias, sobre todo en lo que se refería a su lucha por erradicar la Iglesia de la vida española en todos los aspectos.

Ahora, Zapatero dice que no se marcha después de haber perdido las Elecciones Europeas porque, según él, la Presidencia del Gobierno se gana en la Carrera de San Jerónimo; y no le falta razón, pero si aplicamos el mismo criterio, cosa que se supone debe hacer una persona mesurada y con talante como es él, va a resultar que toda la farfolla que nos ha venido vendiendo durante años referido a la bondad y legalidad del régimen más abyecto que este país ha conocido tiene el mismo valor que su palabra, cero.

Gracias José Luis, también los socialistas, los masones y los que son ambas cosas pueden decir la verdad cuando se equivocan.

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