Relato de Francisco Rivero Solozábal sobre la llegada de las tropas nacionales a Reinosa donde iba el Jefe Territorial de Castilla Pepe Sáinz Nothnagel, natural de Meruelo.
"...Llegamos a Matamorosa en el preciso momento en que el Teniente Coronel López Muñiz intenta la primera entrada en Reinosa, Nos unimos y a los pocos momentos cae muerto de un balazo en la cabeza.
Retrocedemos y entramos en un pequeñp chalet, a la derecha de la carretera. Esperamos. Colocamos las banderas y fijamos carteles de propaganda.
Nuestra impaciencia llega al colmo, y sin esperar más, salimos en dirección a la Naval, ya tomada, donde encontramos un grupo de soldados.
Decidimos entrar a pie por el puente de hormigón de la Naval. Tomo dos banderas, la de España u la de la Falange, y me las arroyo en el cuerpo. El pelotón que intenta entrar en Reinosa lo formamos cinco soldados: Urbina, Pepe Sáinz, sus cuñados y yo. Vamos desplegados.
Pasamos el puente de la Naval y entramos en la primera calle. A un lado, la cárcel está vacía. Todo es desolación, silencio, suciedad. Da la impresión de un pueblo muerto.
Llegamos a la calle principal, todas las contraventanas están cerradas. No se oye más ruido que el producido por nuestras pisadas. Nos ha parecido ver la cabeza de una joven en un mirador. Decidimos subir. Llamamos a la puerta varias veces. Gritamos ¡Arriba España! ¡No tened miedo! ¡Es el Ejército Salvador!
Por fin abren. Lloran. Ríen. Nos abrazan. Bajan con nosotros.Nos siguen desde lejos.
Continuamos avanzando y llegamos al puente de piedra sobre el Ebro. Pepe Sáinz coge una huevera que está sobre el pretil.
Vemos cinco mechas preparadas para su voladura; las arranco y pasamos sin novedad.
Estamos en el cruce del camino de la iglesia y del Ayuntamiento. Los soladados suben por la izquierda. Nosotros, llenos de impaciencia, más que andar corremos al Ayuntamiento, donde, al salir al balcón del edificio colocamos tres banderas, en un momento de verdadera emoción.
Descendemos y vemos entonces al batallón del comandante Ibisati que entra.
¡Bien, muchachos! Formad un buen Ayuntamiento, y a trabajar.
momentos después funcionaba en sesión permanente, y, mano a mano el Sr. Comandante y yo, saboreábamos, sudorosos, una copa de champán.
Por la noche los Servicios Técnicos de Falange daban luz a Reinosa.
..."
¡Que emocionante! ¡Y que bonito lo cuentas!
ResponderEliminarMe quedo con el último párrafo.
"Por la noche los Servicios Técnicos de Falange daban luz a Reinosa"Cuanto os lo debieron de agradecer aquellas buenas gentes. Hago uso de vuestra famosa frase ¡¡¡Presentes!!!
Saludos afectuosos
Sí, María de los Angeles. Fue una verdadera Liberación pero hoy los menos ni se acuerdan y los más se dejaron embaucar.
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